Vistas de página en el último mes

martes, 8 de octubre de 2013

[FIC] Mahō no mojiretsu capitulo 2

Pues nada. Aqui llega el segundo capi, en el que ya salen Alex e Ivan. Espero que os guste, tiene acción y risas garantizadas xDDDDD

Capitulo 2: Antigua disputa.

Arashi se colocó en posición de ataque mientras Jigoku sacó su espada.  Jiyu avanzó a la retaguardia lista para actuar. Los soldados sacaron espadas y se dispusieron a atacar a los chicos. Sin embargo, todos se sorprendieron cuando uno de ellos salió volando por los aires y se estrelló contra el muro más cercano.

—Buen trabajo Jiyu —Dijo su hermano.

Este para no ser menos, lanzó una tajada al aire y una onda ígnea salió disparada chocando contra dos soldados que acabaron cortados por la mitad y dejandolos agonizando en el suelo. Los otros soldados retrocedieron.

—Bien. Mi turno —Dijo Arashi sonriendo.

El chico salió disparado y golpeó con el puño a varios soldados mientras se veian pequeñas chispas negras. Tras un rato, sus cajas torácicas explotaban desparramando las tripas por el suelo junto con sus cadáveres. El ultimo que quedaba al verlo todo, salió corriendo hacia el bosque.

—Mira que cobarde.. —Dijo Arashi riendo entre dientes.
—Tal vez haya algún superviviente, será mejor mirar a ver —Dijo Jiyu.

Los tres se acercaron a las casas ardiendo. De pronto, empezaron a escuchar gritos provenientes de la más cercana. Los chicos corrieron e intentaron entrar, pero las llamas eran demasiado fuertes.

—Yo me encargo —Dijo Arashi acercándose rápidamente hacia el fuego.

Arashi al estar encima de una sombra se fundió con esta poco a poco hasta desaparecer. Entonces el humo de pronto empezó a bajar al suelo y tras varios giros el humo se fue apagando hasta desaparecer. Dos personas salieron lentamente de la puerta tosiendo y cayendo al suelo agotados mientras Arashi volvía a aparecer.

—Habrá que atenderles o algo —Dijo Jiyu.

Tras un par de minutos en los que los chicos ayudaron a los dos heridos, estos despertaron. Jigoku abrió los ojos como platos cuando reconoció a uno de ellos.

— ¡Tu! —Dijo el chico.
—Oh genial. Tenías que ser tú —Dijo Jigoku.

El chico se levantó a pesar del agotamiento y tanto Jigoku como el se miraron echando chispas por los ojos.

—Eh parad tortolitos —Dijo Arashi separándolos, aunque con mucho esfuerzo.
—No, otra vez no —Dijo Jiyu llevándose la mano a la cabeza.

El otro chico se despertó también y al ver a los dos chicos mirándose con rabia suspiró.

—Ah hola Jigoku. Arekkusu para, este no es el momento —Dijo el otro chico.
—Siempre es un buen momento —Dijo Arekkusu.

De un giro se libró de la presa de Arashi y lanzó un tremendo rayo azul que al impactar en Jigoku hizo que este se congelase. Tras eso, Jigoku empezó a emitir un brillo anaranjado y el hielo se derritió al instante. Acto seguido creó una gran bola de fuego y la lanzó a su rival, pero este creó un escudo de hielo que amortiguó el golpe.

—Sigues siendo un flojucho —Dijo Arekkusu riéndose a carcajadas.
—No he olvidado cuando me dejaste en ridículo ante aquellos hombres de Derelia —Dijo Jigoku.

Ambos volvieron a intentar golpearse, pero Arashi alzó una mano y sus sombras atraparon a cada uno impidiéndoles atacar o moverse.

—VALE, SE ACABÓ. Haber, ¿Qué sucede? —Dijo Arashi preocupado.
—En primer lugar, gracias por salvarnos. Mi nombre es Furasshu y este es mi hermano Arekkusu. Venimos del mismo pueblo que Jiyu y Jigoku. De hecho, mi hermano y el siempre se peleaban a la mas mínima.
—Y siempre me ha dado vergüenza verlos pelear —Dijo la chica aburrida.
—La culpa la tiene el renacuajo de m***** este, que es un c****** —Dijo Arekkusu.
—Tú a callar saco de estiércol —Dijo Jigoku.
—Venga ya callaos. Jigoku para ya, al fin y al cabo Arekkusu debe estar falto de fuerzas debido a haber inalado todo ese humo —Dijo Arashi.

El chico miró con mala cara a Arashi pero después asintió. Este soltó a los dos y ambos se acercaron a sus respectivos hermanos sin dirigirse la mirada. Jiyu y Furasshu suspiraron.

—Bueno, ¿Vais a contarnos que sucedió? —Dijo Arashi.
—Nosotros pasábamos por aquí de camino a otro lugar. Esos soldados aparecieron de pronto y sin que nos diera tiempo de reaccionar incendiaron la aldea y dijeron que iban de camino a Saredian city. Los ejércitos de Zodian cada vez están conquistando más terreno.
— ¿Quién es Zodian? —Preguntó Jiyu.

Pero fue Arashi el que respondió.

—Es el miembro más débil de las diez amenazas. Se le conoce como el maestro de la electricidad. Las diez amenazas intentan por todos los medios destruir el mundo y gobernarlo a su antojo. Y de momento lo están consiguiendo. Lo que quiero es destruir esa organización de una vez por todas y para siempre.
—Va a ser que es imposible que alguien como tú lo logre —Dijo Arekkusu.
—Tú no me conoces de nada —Dijo Arashi.
—En ese caso te acompañaré. Tu solo no harás ni un rasguño a esos soldados, y mucho menos con tus patéticas compañías —Dijo Arekkusu metiendo más leña al fuego.
—Calla quejica, que si no fuera por nosotros estarías ardiendo —Dijo Jigoku.
—Al menos esas llamas surten mas efecto que las tuyas —Dijo Arekkusu.

Ambos juntaron sus cabezas con miradas asesinas y volvieron a saltar chispas. Sus dos hermanos se miraron como diciendo “imbéciles”.

—Pues nada. Sera mejor que vayamos hacia el este donde esta Saredian City. Cuanto antes lleguemos mejor. Antes de que siembren el caos igual que aquí  —Dijo Arashi.

Tras que Jiyu y Furasshu separasen a sus respectivos hermanos, se marcharon derechos de nuevo hacia el bosque. Pero dado que la luz del sol empezaba a flojear, decidieron acampar en lo más profundo.

—No me gusta este sitio, está muy oscuro —Dijo Jiyu.
—No seas quejica hermana. Una lumbre y todo solucionado —Dijo Jigoku pavoneándose.
—Mejor busquemos leña, no quiero que este energúmeno incendie medio bosque —Dijo Arekkusu.

De pronto, Arashi vio un movimiento hacia Jigoku y alertó al chico.


—Cuidado Jigoku —Dijo mientras le tiraba al suelo. La criatura les pasó rozando y exhibió sus dientes rugiendo ferozmente en la reciente noche…

No hay comentarios:

Publicar un comentario