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domingo, 6 de octubre de 2013

[Fic] Mahō no mojiretsu capitulo 1

Pues nada gente. Otra idea mas que se le ocurrio al malo mierda xDDDD, espero que os guste el primer capi de esta nueva historia. En este capitulo se estrenan july y carla, espero que sea de su agrado el capi xDDD




Año 4567. Hace mil años, tras varias investigaciones, se logró controlar la tecnología de cuerdas, aquello de lo que está hecha toda la esencia del universo. Sin embargo, esta tecnología trajo consigo guerras, experimentos terribles y pandemias, además de muchas catástrofes mucho más peligrosas. La humanidad quedó mermada durante siglos… Hasta que todo volvió a comenzar. Poco a poco, la humanidad salió adelante y fue recuperándose. Sin embargo, hubo un atraso tecnológico. Pero la tecnología de cuerdas había provocado severas consecuencias en los humanos y demás seres que habían sobrevivido. Ahora la magia estaba con ellos…

Mahō no mojiretsu

Capitulo 1: Alianza forzada.

Bosque de Bindei…

—Como sigamos así nos va a descubrir —Dijo la chica de pelo moreno, ojos verdes y mirada penetrante.
—Hazme caso. Si jugamos bien nuestras cartas podremos cazar a los Eleraptores —Dijo su amigo, de cabello dorado.

Ambos se agazaparon y se asustaron al oír varios rugidos a la derecha de su posición. Un ciervo había sido abatido por varios lagartos bípedos. Sus colas eran largas y flexibles, sus patas eran fuertes y provistas de garras afiladas como cuchillas. Los brazos carecían de codos, pero tenían gran fuerza y podían comprimirse y acababan en una única garra larga y curva. Estos la usaban para mantener paralizado a su presa, emitiendo varias descargas eléctricas a través de las garras delanteras que paralizaban los músculos del pobre ciervo.

—Ahora es el turno de atacar. No va a haber otro momento mejor —Dijo el chico.
—De acuerdo Jigoku. Yo creare mi barrera y acto seguido creas el campo de llamas —Dijo la chica.

Jigoku asintió y la chica creó una membrana de color azul verdoso que chocó contra los eleraptores haciéndoles retroceder del cadáver. Jigoku se dirigió hacia estos y sacando una espada, la blandió creando una muralla de llamas que atrapó a las criaturas evitando cualquier escape. Sin embargo, dos de ellas dirigieron sus garras hacia la barrera y tras un chispazo, la chica retrocedió y la barrera cedió ante los dos ataques.

—¡¡Jiyu corre!! —Dijo Jigoku.

La chica intentó escapar, pero los eleraptores eran más rápidos. Sin embargo, de pronto algo impactó en el pecho de uno de ellos. Los demás se apartaron violentamente al escuchar como la caja torácica del reptil reventaba desperdigando sus tripas por el terreno. La criatura, ya muerta, cayó emitiendo un ruido sordo. Las demás miraron hacia el lugar de donde había provenido el ataque.

—Eso es… Dirigid la atención hacia mí…

De entre las sombras, un chico de cabello negro y ojos del mismo color, salió a la velocidad del rayo hacia los monstruos. Estos intentaron abalanzarse sobre él, pero este esquivaba los ataques y con un dedo emitía pequeñas chispas negras. Después de salir de entre las bestias, nuevos sonidos se oyeron. Las cajas torácicas de las demás criaturas reventaron y los eleraptores cayeron muertos al suelo. Los chicos miraron extrañados al tipo que acababa de aparecer.

—Gra… Gracias por salvarme —Dijo Jiyu.
—Deberíais tener cuidado. Los eleraptores son muy astutos y traicioneros. Incluso cuando están acorralados mantienen la calma y saben resolver rápidamente una situación. Cualquiera sabe eso —Dijo el chico de cabello negro.
—Sentimos haberte importunado. Soy Jigoku y me gustaría cazar un Rogartha algún día. Por eso entreno con mi hermana Jiyu, para poder cazar uno algún día.
—Jamás he visto un Rogartha, pero he oído que son muy difíciles de derrotar. Vas a tener que entrenar mucho para eso si quieres lograrlo chico.

Tras esto, el chico hizo ademan de largarse.

—Espera, ¿Cuál es tu nombre? —Dijo Jiyu.
—Podéis llamarme Arashi. Aunque total, puede que no volvamos a cruzarnos —Dijo el chico antes de fundirse con la oscuridad.

Tras eso los dos hermanos se colocaron unos guantes de goma aislante y arrancaron las garras de los eleraptores con sumo cuidado. Después se fueron hacia el este y al llegar a unos portones que daban paso a una ciudad se detuvieron. La ciudad estaba ardiendo violentamente. De pronto, varios soldados con armaduras rojas y negras rodearon a los dos chicos.

—Que bien, dos forasteros. Quedémonos con sus pertenencias —Dijo uno de ellos.
—Bien dicho —Dijo otro— Y después podremos venderlas al mejor postor.

De pronto, Arashi apareció delante de los chicos. Los soldados se asustaron al ver al chico.

—Creía que no íbamos a volver a cruzarnos —Dijo Jigoku.
—No me va a quedar más remedio que actuar. Estaba buscando a estos bandidos. Y os agradecería que me ayudarais. Son demasiados incluso para mí —Dijo Arashi.

—En ese caso, manos a la obra —Dijo Jiyu…

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